Cuadernos de Etnomusicología cierra el año con un recorrido que incluye tradiciones orales, identidades disidentes y el impacto de la tecnología en la escucha, entre otros temas. Este segundo volúmen de 2025 estrena una sección dedicada a dar visibilidad a los trabajos de fin de estudios y tesis de etnomusicólogos emergentes.
Dentro del primer apartado, se incluye una reseña de Nelson Rodríguez Vega dedicada a analizar el estreno de la ópera Llacolén en Concepción, Chile. En ella, subraya el hito que supone la producción y cómo integra el mapudungún en su libreto, desafiando el centralismo cultural de Santiago. Siguen tres reseñas de libro: Teresa López Castilla aborda Queer x Cultura x Arte (Universidad del País Vasco 2025), una obra colectiva editada por Francisco Javier Muñoz Fernández y Fernando Bartolomé García; Joan Antoni Ballester Coll revisa la obra de Bàrbara Duran Bordoy Cant i treball a Mallorca (Gales Edicions 2025), galardonada con el Premi Mallorca d’Assaig 2024; y Cristina Guzmán Anaya ahonda en el estudio ludomusicológico de Eulalia Febrer-Coll titulado Music in Esports: On the Convergence of the Music and Gaming Industries (CRC Press 2025).
La sección de artículos abre con la aportación de Miguel Ángel Bonilla Rodilla, quien aborda las “músicas flamencas” en Salamanca y examina cómo el repertorio flamenco actúa como un marcador de etnicidad y clase social en contextos no andaluces. Le sigue Francisco Manuel Peco Díaz con una investigación en torno al Carnaval de Miguelturra, en el que analiza en la función de la música de las charangas como eje de la communitas y la identidad local durante el periodo democrático. Igor Saenz Abarzuza aborda el “auto-registro de la escucha” y, a través de la búsqueda de la Sarabande de Pau Casals en Spotify, reflexiona sobre cómo la mediación algorítmica condiciona la percepción musical y la investigación basada en la práctica. Finalmente, Rosa Iraima Sulbarán Zambrano documenta la persistencia del romance hispánico en Mucutuy (Venezuela), en un trabajo donde se subrayan sincretismos en rituales como el “velorio de angelito”, en los que la estructura castellana se hibrida con simbolismos locales.
El último (y nuevo) apartado presenta el resumen de dos Trabajos de Fin de Grado, autoría de Héctor Montón Julve (flamenco y jazz) y Gabriella Mancera Jiménez, dedicados a la confluencia del flamenco y el jazz, y a la música en la peregrinación del Rocío, respectivamente.